HOPE (esperanza).
María Sødahl nos ofrece una película sobria, donde no hay música y donde los diálogos no llenan espacios que deben ser ocupados por silencios.
De la mano de la protagonista asistiremos a los cambios de estados de ánimo y seremos testigos de la fortaleza que se necesita para afrontar una realidad que exige luchar por su vida y por una relación llena de grietas.
La película desarma por su sinceridad, por su precisión y por la falta de sensiblería con que trata un tema dramático.
Esta basada en la historia real que la propia directora vivió junto a su marido y sus hijos.
Una cinta que nos conmoverá.
Como cada martes, nos vemos en Perseo.
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