En noviembre veremos 4 películas que plantearán el tema del CONSENTIMIENTO y las consecuencias de mantener relaciones sexuales desde la coacción y falta de libertad.
EL ACUSADO. Francia. 2021. 132 minutos. Dirigida por Yvan Attal, del que ya vimos en Perseo Múnich, como actor, y Una razón brillante, como director, rueda la que los críticos denominan su mejor trabajo en torno la importancia del consentimiento antes de consumar una interacción sexual. La película reflejará las zonas grises cuando no se puede demostrar si hubo o no consentimiento por parte de las víctimas y de cómo una única verdad puede llegar a convertirse en relativa, sin que se llegue a saber a ciencia cierta qué sucedió en realidad. El ritmo de la película es tan ágil que no notaremos la duración del metraje.
HOW TO HAVE SEX. Reino Unido. 2023. 90 minutos de duración. Bajo la dirección y guion de la británica MOLLY MANNING WALKER. El título parece sacado de un tutorial sobre cómo se debe tener sexo. La cinta nos planteará la presión del grupo sobre la sexualidad femenina en un escenario realista e identificable, sobre socialización juvenil donde las experiencias de abuso y cosificación predominan entre los jóvenes, en concreto en la propuesta de la directora, entre los grupos de jóvenes que vienen a pasar sus vacaciones de fin de curso a España. Una película que la juventud y sus educadores debería ver.
BLANQUITA. Chile. 2022. 94 minutos. Basada en hechos reales, concretamente en el caso Spiniak, un proceso judicial que se abrió en Chile en el año 2003 por estupro, prostitución infantil y producción de material pornográfico, que implicó la condena a prisión del empresario Claudio Spiniak y que involucraba a tres senadores. Una cinta en la que mucho sucede fuera de campo para el espectador, de manera que se evitan escenas que pudieran incomodarle y donde la narración se centra en el testimonio de una testigo.
EL CONSENTIMIENTO. Francia. 2023. 119 minutos de duración. En el año 2020 Vanessa Springora publicará sus memorias con el título que ahora lleva la película que cuenta como se sintió durante los dos años comprendidos entre sus 14 y 16 bajo el influjo del escritor Gabriel Matzneff que narraba en sus novelas sus conquistas sexuales de jóvenes a las que triplicaba la edad. En ese año, 2020, Francia despierta y mira de frente a quien había publicado que “dormir con un niño es una experiencia sagrada…tras poseer a un niño o niña de 13 años el resto de la vida se siente absurdo e insípido”. Una película incómoda, pero necesaria, porque las víctimas se merecen que el público conozca sus dramas.
Como cada martes, nos vemos en Perseo.
Eva.